lunes, 3 de octubre de 2022

HEPATITIS C

El 01 de Octubre es el día internacional de la Hepatitis C 

El virus de la hepatitis C (VHC) causa infecciones agudas y crónicas. Las infecciones agudas suelen ser asintomáticas y, en su mayor parte, no conllevan riesgo mortal. Aproximadamente un 30% (15%-45%) de las personas infectadas eliminan el virus espontáneamente en los seis meses siguientes a la infección, sin necesidad de tratamiento.

En el 70% restante (55%-85%), la infección se cronifica. El riesgo de presentar cirrosis que tienen las personas con infección crónica por el VHC oscila entre el 15% y el 30% en un periodo de 20 años.


TRANSMISIÓN

El VHC se transmite a través la sangre. Las causas más habituales de transmisión son:

  • la reutilización o la esterilización inadecuada de material médico en establecimientos de salud, sobre todo jeringuillas y agujas;
  • la transfusión de sangre y hemoderivados sin analizar; y
  • el consumo de drogas inyectables compartiendo el material de inyección.
El VHC puede transmitirse de una madre infectada a su bebé y a través de prácticas sexuales en las que hay exposición a sangre (puede ocurrirles a las personas que tienen varias parejas sexuales y a los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres); sin embargo, estas vías de transmisión son menos comunes.

 DETECCIÓN Y DIAGNÓSTICO


Como las nuevas infecciones por el VHC suelen ser asintomáticas, se diagnostican pocos casos cuando las infecciones son recientes. A menudo, la infección crónica queda sin diagnosticar porque se mantiene asintomática durante décadas, hasta que aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave.

La infección por el VHC se diagnostica en dos etapas:      

  1. La detección de anticuerpos anti-VHC con una prueba serológica revela la infección.
  2. Si la prueba es positiva para anticuerpos anti-VHC, se necesita una prueba de ácido nucleico para el ácido ribonucleico (ARN) del VHC con el fin de confirmar la infección crónica y la necesidad de tratamiento. Esta prueba es importante porque alrededor del 30% de las personas infectadas por el VHC eliminan espontáneamente la infección mediante una fuerte respuesta inmunitaria sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, aunque ya no estén infectadas seguirán dando positivo para los anticuerpos anti-VHC. Esta prueba de ácido nucleico para el ARN del VHC se puede hacer en un laboratorio o utilizando una máquina simple en el punto de atención en la clínica.

Una vez diagnosticada una infección crónica por el VHC se deberá evaluar la magnitud del daño hepático (fibrosis y cirrosis). Esto puede hacerse por biopsia hepática o diversas pruebas no invasivas. El daño hepático existente sirve para orientar las decisiones terapéuticas y la conducta clínica.

TRATAMIENTO 

Una nueva infección por el VHC no siempre requiere tratamiento, porque en algunas personas la respuesta inmunitaria elimina la infección. En cambio, cuando la infección se cronifica se debe tratar. El objetivo del tratamiento de la hepatitis C es la curación.

La OMS recomienda el tratamiento con antivíricos de acción directa (AAD) pangenotípicos para todos los adultos, adolescentes y niños a partir de los 3 años de edad con infección crónica por hepatitis C. Los AAD pueden curar a la mayoría de personas infectadas por el VHC, y la duración del tratamiento es breve (normalmente, de 12 a 24 semanas), dependiendo de la ausencia o presencia de cirrosis. En 2022, la OMS incluyó nuevas recomendaciones para el tratamiento de los adolescentes y niños con los mismos AAD pangenotípicos utilizados para los adultos. 

PREVENCIÓN 

No existe una vacuna eficaz contra la hepatitis C, por lo que la prevención depende de la reducción del riesgo de exposición al virus en los entornos de atención de la salud y en las poblaciones de mayor riesgo. Esto incluye a las personas que consumen drogas inyectables y a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, particularmente aquellos infectados por el VIH o que están tomando profilaxis previa a la exposición contra el VIH.

La OMS recomienda las siguientes intervenciones de prevención primaria:

  • administración adecuada y sin riesgos de inyecciones por los trabajadores de la salud;
  • manipulación y eliminación seguras de desechos y objetos cortopunzantes;
  • prestación de servicios integrales de reducción de daños para los consumidores de drogas inyectables;
  • realización de pruebas de detección del virus de la hepatitis B y del virus de la hepatitis C (además del VIH y la bacteria de la sífilis) en la sangre donada;
  • capacitación del personal de salud; y
  • prevención de la exposición a la sangre durante las relaciones sexuales.



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