Esta decisión se tomó en el Congreso Panamericano celebrado en Dallas (Texas), en homenaje al nacimiento del Dr. Carlos Finlay (1833-1915), médico cubano que descubrió al mosquito trasmisor de la fiebre amarilla.
En 1953, la fecha fue propuesta por la Federación Médica Argentina para conmemorar este día.
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Finlay fue quien confirmó la teoría de la propagación de la fiebre amarilla a través del mosquito (Aedes aegypti), en una presentación realizada en la Academia de Ciencias de la Habana, el 14 de agosto de 1881. Abrió de este modo un camino en el progreso médico en la América tropical, evitó miles de muertes en América Latina y facilitó la evolución de la construcción del canal de Panamá, debido a que muchos obreros morían a causa de esta enfermedad.
Los dos símbolos que tradicionalmente sirvieron para representar a la medicina a través de los años fueron:
Ambos símbolos tienen una profunda razón de ser. Desde el inicio, su uso se propagó a muchos países y fue adoptado por gran número de sociedades médicas, universidades, etc.
Siempre existió una gran controversia sobre cuál es el símbolo que mejor representa a la profesión médica. Mercurio se asocia con ladrones, comerciantes, deportes y mercados, y esta imagen contrasta con la de Esculapio, que fue un médico siempre presto a dar una mano y difundir generosamente sus conocimientos con sus alumnos.
Sin ir más lejos, Hipócrates, al anunciar su famoso juramento, coloca a Esculapio y lo pone por testigo junto a Apolo, Higeia y Panacea de que se cumplirá la palabra empeñada "hasta donde tenga poder y capacidad". A esta venerada figura de la medicina, nunca se le ocurrió llamar a Mercurio y colocarlo al lado de tantos dioses dentro de sus solemnes palabras.
La presencia de la serpiente representa al animal astuto y ágil, que está en permanente estado de alerta. Así se establece un paralelo con la conducta que debe seguir el médico en la atención de sus pacientes. El bastón da cuenta de la ayuda que el buen galeno brinda incondicionalmente.
En el siglo quinto antes de Cristo se escribió el Juramento de Hipócrates y se empezó a definir lo que constituye la profesión médica:
“Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higías y Panacea y por todos los dioses y diosas a quienes pongo por testigos del siguiente juramento, que me obligo a cumplir con todas mis fuerzas y voluntad…” Así empieza el juramento hipocrático, un texto que resume el origen y la base de la profesión médica.
En la Argentina festejamos el Día del Médico desde hace 62 años, por iniciativa del Colegio Médico de Córdoba, avalada por la Confederación Médica Argentina y oficializada por decreto del gobierno nacional, en 1956.
Simbología de la Medicina
- El caduceo de Mercurio (Hermes): la figura muestra dos serpientes enrolladas, mirándose frente a frente y separadas por una varita, con un par de alas sobre ellas. Este símbolo de la medicina se utilizó por primera vez en el Cuerpo Médico de los Estados Unidos.
- El bastón de Esculapio (Aesclepes): el ejército americano contó desde 1818 con su cuerpo médico, dirigido por un cirujano general. Su símbolo distintivo fue, primeramente, el báculo de Aesclepes o Esculapio, que tiene una sola serpiente con media vuelta alrededor de un bastón. Hacia finales del siglo XIX el distintivo se cambió.
Siempre existió una gran controversia sobre cuál es el símbolo que mejor representa a la profesión médica. Mercurio se asocia con ladrones, comerciantes, deportes y mercados, y esta imagen contrasta con la de Esculapio, que fue un médico siempre presto a dar una mano y difundir generosamente sus conocimientos con sus alumnos.
Sin ir más lejos, Hipócrates, al anunciar su famoso juramento, coloca a Esculapio y lo pone por testigo junto a Apolo, Higeia y Panacea de que se cumplirá la palabra empeñada "hasta donde tenga poder y capacidad". A esta venerada figura de la medicina, nunca se le ocurrió llamar a Mercurio y colocarlo al lado de tantos dioses dentro de sus solemnes palabras.
La presencia de la serpiente representa al animal astuto y ágil, que está en permanente estado de alerta. Así se establece un paralelo con la conducta que debe seguir el médico en la atención de sus pacientes. El bastón da cuenta de la ayuda que el buen galeno brinda incondicionalmente.
El juramento
“Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higías y Panacea y por todos los dioses y diosas a quienes pongo por testigos del siguiente juramento, que me obligo a cumplir con todas mis fuerzas y voluntad…” Así empieza el juramento hipocrático, un texto que resume el origen y la base de la profesión médica.
En nuestro país
Fuente: Diario Los Andes
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