El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, con la finalidad de sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y fomentar el respeto al medio ambiente.
Durante
demasiado tiempo, hemos estado explotando y destruyendo los ecosistemas de
nuestro planeta. Cada tres segundos, el mundo pierde una superficie de bosque
equivalente a un campo de fútbol y, tan solo en el último siglo, hemos
destruido la mitad de nuestros humedales. El 50% de nuestros arrecifes de coral
ya se han perdido y para 2050, podrían desaparecer hasta el 90%, incluso si el
calentamiento global se limita a un aumento de 1,5°C.
La pérdida
de los ecosistemas está privando al mundo de sumideros de carbono, como los
bosques y las turberas, en un momento en que la humanidad ya no puede
permitírselo. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero han
aumentado durante tres años consecutivos y el planeta está a un paso de un cambio
climático potencialmente catastrófico.
La
aparición de la COVID-19 también ha demostrado lo desastrosas que pueden ser
las consecuencias de la pérdida de ecosistemas. Al reducir el área de hábitat
natural para los animales, hemos creado las condiciones ideales para que los
patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen.
Ante este
gran problema, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en la restauración de ecosistemas con el
lema "Reimagina, recrea, restaura".
Restaurar
los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de
explotar la naturaleza a curarla. Para ello, y precisamente en este día,
arrancará el Decenio de las Naciones Unidas sobre
la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), una misión global para revivir miles
de millones de hectáreas, desde bosques hasta tierras de cultivo, desde la cima
de las montañas hasta las profundidades del mar. Solo con ecosistemas saludables
podemos mejorar los medios de vida de las personas, contrarrestar el cambio
climático y detener el colapso de la biodiversidad.
Invertir en los ecosistemas es invertir en nuestro futuro
El Día
Mundial del Medio Ambiente 2021, que este año cuenta con Pakistán como país
anfitrión, exige acciones urgentes para devolverle la vida a nuestros
ecosistemas dañados.
Desde los
bosques hasta las turberas y las costas, todos dependemos de ecosistemas
saludables para nuestra supervivencia. Los ecosistemas se definen como la
interacción entre los organismos vivos (plantas, animales, personas) y su
entorno. Esto incluye a la naturaleza, pero también a los sistemas creados por
el hombre, como las ciudades o las tierras de cultivo.
La
restauración de los ecosistemas es una tarea global de una escala gigantesca.
Significa reparar miles de millones de hectáreas de tierra, un área mayor que
China o Estados Unidos, para que la gente tenga acceso a alimentos, agua
potable y empleos.
Significa
lograr que vuelvan plantas y animales que hoy están al borde de la extinción,
desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del mar.
Pero
también incluye las muchas pequeñas acciones que todos podemos realizar, todos
los días: cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros
jardines con especies silvestres o limpiar la basura de los ríos y costas.
La
restauración de los ecosistemas conlleva beneficios sustanciales para las
personas. Por cada dólar invertido en restauración, se pueden esperar al menos
entre siete y treinta dólares en ganancias para la sociedad. La
restauración también crea empleos en las zonas rurales, donde más se necesitan.
Algunos
países ya han invertido en la restauración como parte de sus estrategias para
recuperarse de la COVID-19. Otros están recurriendo a la restauración para
ayudarlos a adaptarse a un clima que ya está cambiando.
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