Durante el verano las personas -especialmente las mujeres- nos exponemos al sol durante largos períodos de tiempo, aprovechando el buen clima y refrescandonos en piletas, ríos, lagos y la playa. La exposición directa al sol es más perjudicial que beneficiosa, por eso es importante que te protejas contra los rayos que emite y puedas prevenir complicaciones físicas.
En la época estival optamos por disfrutar los climas acalorados para refrescarnos en el agua, tomar sol y vestir ropa liviana, en contraste del frío invernal que reduce nuestra actividad al aire libre. Sin embargo al exponernos al sol, un conjunto de rayos invisibles denominados radiación ultravioleta, penetra nuestra piel, provocando una serie de complicaciones físicas en nuestro cuerpo.
Exísten tres tipos de rayos ultravioletas qué, según sus características, afectan a nuestro cuerpo de diversas formas. Ellos son:
- UVA: pueden causar envejecimiento cutáneo y cáncer de piel.
- UVB: pueden generar enrojecimiento, quemaduras solares y predisposición al cáncer de piel.
- UVC: son los menos nocivos, ya que la capa de ozono filtra su radiación.
Para poder protegernos del sol y prevenir trastornos en nuestra salud, se recomienda la utilización de pantallas solares para la piel. Estos productos de uso externo se presentan en cremas, lociones y aerosoles de aplicación cutánea. Los mismos contienen sustancias químicas que actuan como barrera ante la radiación y se clasifican según la protección que pueden brindar cada uno. Los distintos tipos de piel y los criterios de protección de cada persona van a determinar el Factor de Protección Solar (FPS) que se divide numéricamente: 15, 20, 30, 40, 50, 70, etc.
Desde Universidad Saludable sugerimos prevenir cualquier malestar físico, por eso recomendamos los siguientes tips:
- Aplicar pantalla solar (FPS 15 mínimo) en las zonas descubiertas del cuerpo al exponerse al sol.
- Aplicar la pantalla solar 30 minutos antes de la exposición al sol.
- El agua (y la nieve) reflejan los rayos solares y aumentan la exposición al sol.
- Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 horas.
- Aplicar más pantalla solar en áreas sensibles del cuerpo: orejas, cuello, nariz, manos, empeine, cabezas calvas, etc.
- Volver a aplicar pantalla solar luego de dos horas de exposición al sol.
- Evitar que los niños y adultos mayores se expongan mucho tiempo al sol.
- Evitar la aplicación de lociones bronceantes.
- Utilizar gafas de sol, gorra o sombrero, y ropas livianas.
¿Quiénes deben tener especial cuidado del sol?
- Embarazadas
- Bebés y niños pequeños
- Mayores de 65 años
- Enfermos crónicos (enfermedades cardiorrespiratorias, hipertensión, diabetes)
- Obesos
- Las mujeres -que buscan broncearse-
¡A cuidarse del sol!
Fuente: Ministerio de Salud Nación - Anabella Ferreyra (Dermatóloga) - Universidad Saludable
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