viernes, 18 de junio de 2021

Maltrato de las personas mayor


En el 2011 las Naciones Unidas reconocieron el abuso a las personas adultas mayores como un problema social, declarando el 15 de junio como el "Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez".

 


Esta iniciativa constituyó una invitación a los Estados Miembros, a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y a otras instituciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, a que observen debidamente este problema.

El maltrato hacia las personas adultas mayores ha sido definido como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas; o ser el resultado de la negligencia, sea ésta intencional o no.

En nuestra sociedad, donde se tiende a valorar a las personas por su vinculación con la capacidad de producir o de acumular riqueza material, el paradigma a emular resulta ser el de la juventud, sana, fuerte y productiva. En sentido inverso, se ha cargado de signos negativos a la ancianidad, asociándola a la enfermedad, la incapacidad y la improductividad.

Sobre la base de esta valoración negativa estereotipada se han generado toda clase de actitudes y prácticas discriminatorias, que van desde el aislamiento en el seno de la familia, a la falta de respeto en la vía pública, o el maltrato en las instituciones, todas éstas, situaciones que la sociedad naturaliza.

En el marco esta conmemoración el INADI reafirma su compromiso de continuar trabajando en pos del reconocimiento y el pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas adultas mayores que se encuentran en situación de discriminación y vulnerabilidad, propiciando su empoderamiento y autonomía.

Datos y cifras de la OMS

  • En el último año, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios.
  • Las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración: dos de cada tres trabajadores de estas instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año.
  • El maltrato de las personas mayores puede conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas.
  • Se prevé un aumento del problema por el envejecimiento de la población en muchos países.
  • La población mundial de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.

 

Prevención

Son muchas las estrategias que se han aplicado para prevenir el maltrato de las personas mayores, adoptar medidas para combatirlo y mitigar sus consecuencias. Entre las intervenciones que se han puesto en práctica –principalmente en los países de ingresos altos– para prevenir el maltrato cabe citar las siguientes:

  • campañas de sensibilización para el público y los profesionales;
  • detección (de posibles víctimas y agresores);
  • programas intergeneracionales en las escuelas;
  • intervenciones de apoyo a los cuidadores (por ejemplo, gestión del estrés, asistencia de relevo);
  • políticas sobre la atención en residencias para definir y mejorar el nivel de la atención;
  • formación sobre la demencia dirigida a los cuidadores.

Entre los esfuerzos por responder al maltrato e impedir que se repita se incluyen las siguientes intervenciones:

  • notificación obligatoria del maltrato a las autoridades;
  • grupos de autoayuda;
  • casas refugio y centros de acogida de emergencia;
  • programas de ayuda psicológica dirigidos a las personas que infligen malos tratos;
  • teléfonos de asistencia que proporcionen información y derivación;
  • intervenciones de apoyo a los cuidadores.

De momento no hay demasiadas pruebas de la eficacia de la mayoría de las intervenciones. Ahora bien, el apoyo a los cuidadores después de un caso de maltrato reduce la probabilidad de que se repita y los programas intergeneracionales en las escuelas (para reducir las actitudes sociales negativas y los estereotipos hacia los ancianos) han arrojado resultados prometedores, al igual que el apoyo a los cuidadores para prevenir el maltrato de las personas mayores antes de que ocurra y la sensibilización de los profesionales con respecto al problema. Las pruebas sugieren que los servicios de protección de adultos y las visitas domiciliarias de la policía y los trabajadores sociales a las personas mayores que han sido víctimas de maltrato pueden de hecho tener consecuencias adversas, como el aumento del maltrato.

La multisectorialidad y la colaboración interdisciplinaria pueden contribuir a reducir el maltrato a las personas mayores:

  • el sector de servicios sociales (mediante la prestación de apoyo jurídico, financiero y domiciliario);
  • el sector de la educación (mediante campañas de sensibilización y educación del público);
  • el sector de la salud (mediante la detección y el tratamiento de las víctimas por el personal de atención primaria de salud).

En algunos países, el sector de la salud ha desempeñado una función protagonista en la sensibilización del público sobre el maltrato de las personas mayores, mientras que en otros es el sector de los servicios sociales el que ha tomado la iniciativa.

A nivel mundial, se sabe demasiado poco sobre el maltrato de las personas mayores y sobre su prevención, especialmente en los países en desarrollo. La magnitud y naturaleza del problema apenas empieza a perfilarse, muchos factores de riesgo siguen poniéndose en entredicho, y las consecuencias y los datos sobre lo que funciona para prevenir el maltrato de las personas mayores son limitados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario